La gastronomía es una de las principales riquezas de nuestra comunidad autónoma. Y cuando piensas en Galicia y en comida, el pulpo ‘á feira’ es, seguro, una de las primeras imágenes que se te vienen a la mente.

En La Tita somos plenamente conscientes de ello y, de hecho, nuestras generosas raciones de pulpo son algunas de las más demandadas entre los diferentes platos que ofrecemos en nuestra carta.

Desde luego, todos vienen a probar nuestra tortilla jugosita, por recomendación o curiosidad, pero también muchos la acompañan de una buena ración de este manjar de las profundidades.

Y es que “el gallego es muy pulpeiro”, como bien señalaba el autor Álvaro Cunqueiro, pero nuestros visitantes tampoco pierden la ocasión de catar las delicias que ofrecen nuestras costas.

En su obra ‘A cociña galega’, el escritor mindoniense realizó una minuciosa radiográfica sobre las recetas más importantes de nuestro territorio, en la que nos habla también de los orígenes de este plato.

En Galicia, los marineros descargaban el pulpo en los puertos de pesca para después tratarlo para su transporte a otras localidades, dado que por aquel entonces no existía el proceso de congelación de la materia prima del que disponemos en la actualidad.

Según el relato de Cunqueiro, los marineros recurrían al secado para facilitar su conservación y así facilitar su transporte, en buenas condiciones, a las zonas del interior y más allá del territorio gallego.

Uno de estos puntos era la provincia de León, en concreto la comarca de la Maragatería. Y es ahí donde nació esta forma de degustar este alimento tan básico de nuestra gastronomía, al menos tal y como la conocemos hoy en día.

La comarca de la Maragatería era famosa por su gran tradición de comerciantes. Estos adquirían el pulpo seco y curado, que posteriormente rehidrataban y aderezaban con abundante aceite de oliva y pimentón.

El resultado era espectacular. La receta acabó de regreso en tierras gallegas y se convirtió en auténtica protagonista de las principales ferias y romerías, lo que llevó a bautizarla como pulpo ‘á feira’.

El pulpo á feira es una receta originaria de León

Hoy en día, es el plato más típico de las festividades de nuestra comunidad, junto con la empanada. Citas como la Ascensión de Santiago de Compostela, las Festas do San Froilán en Lugo o la Fiesta del Pulpo de O Carballiño son famosas por su ambiente multitudinario, los buenos momentos y por los puestos de pulpeiras y pulpeiros, que ofrecen a los asistentes unas raciones de este alimento cocido en sus ollas de cobre.

El propio Álvaro Cunqueiro nos habla de este proceso en el mismo libro ‘A cociña galega’.

La pulpeira cuece el pulpo entero y lo saca de la olla con un enorme gancho, para después cortarlo en pedacitos con unas tijeras en el propio plato en el que se come.

Una vez cortado, se sirve con sal gruesa, pimentón y un generoso baño de aceite de oliva, aunque también es costumbre servirlo acompañado de los conocidos ‘cachelos’ (patata cocida) como guarnición.

Otra de las formas más populares de disfrutar de este maravilloso producto es el pulpo a la brasa. El cocinero echa los tentáculos en parrilla y posteriormente los condimenta en el propio plato, con un chorro de aceite de oliva y sal.

El pulpo a la brasa es una alternativa al pulpo á feira.

En la zona de Mugardos, elaboran el pulpo a la mugardesa, también cocido y guisado con pimiento, cebolla y ajo.

Nosotros lo tenemos claro: en La Tita preferimos el pulpo ‘á feira’. Por ello, os animamos a que, además de nuestra tortilla, aprovechéis vuestra visita a nuestro local de Santiago de Compostela para llevaros de vuelta un buen recuerdo gastronómico y degustéis este tesoro de nuestros mares.